Viernes 4 a las 19:00,
Charla-debate: Grupos inteligentes: la construcción colectiva del pensamiento
Charla-debate: Grupos inteligentes: la construcción colectiva del pensamiento
Por Jose Ángel Medina
Necesitamos al grupo en nuestra vida y en nuestras luchas. Creemos en la construcción colectiva de la sociedad y sin embargo, en numerosas ocasiones nos encontramos con dificultades derivadas de los esfuerzos por mantener una estructura horizontal real y promover la participación igualitaria en lo social. Nos preocupa encontrar el modo de funcionar colectivamente sin anular al individuo y su voluntad. A menudo, guiados por un deseo romántico de espontaneidad rehusamos el utilizar herramientas que han demostrado ser útiles a la hora de hacer surgir eficazmente las potencialidades del grupo elevando sus posibilidades por encima de la simple suma de las individualidades que lo conforman.
Como tal, un grupo inteligente puede definirse como aquel que realiza colectivamente aquello para lo que ha sido formado y lo hace bien, integra el bienestar de las personas individualmente con el del grupo en general. Las personas conocen el placer de trabajar colectivamente, socializa el cerebro de cada uno de sus miembros y da lugar a una inteligencia colectiva. Utiliza las ventajas del pensamiento en grupo y supera las limitaciones del individual, aprovecha la diversidad de las personas que lo componen: habilidades, cerebros, sensibilidades, afectos…, en lugar de considerarla un problema. No se convierte cada diferencia en una oposición y los conflictos son planteados para optimizar sus planteamientos y su estructura, hace que el sentido del grupo, o sea su razón de ser, sea resultado de una construcción colectiva real, no impuesta, figurada o inexistente, tiene una estructura orientada a la tarea y al sentido, decidida y diseñada por el propio grupo. Tiende a construir una estructura horizontal en las que las personas pueden participar, decidir, trabajar y aprender, pone en marcha instrumentos, recursos y planteamientos que facilitan una interacción cooperativa y multiplicativa al contrario de los sistemas de trabajo que solapan, se contraponen o dividen el esfuerzo de las personas.
Si queremos aspirar a una transformación real de la sociedad y a la fundación colectiva de un nuevo modo de pensamiento, debemos dotarnos de los instrumentos necesarios para sacar el mayor partido de las afinidades y resolver con éxito los conflictos que surjan en el camino.
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